Según un estudio los jóvenes impulsan el cambio hacia un autoservicio digital completo; en los países más desarrollados, el 60% de las interacciones bancarias son online, contra el 40% en promedio que hay en la mayoría de los países de latino américa. A partir de esto es que los bancos están desarrollando una serie de posibilidades de uso de tecnología móvil que para ellos es crucial.*
57% de los municipios en México no cuentan con ninguna sucursal bancaria**, en contraste, según datos de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) en el país existen 96.4 millones de contratos de telefonía móvil (equivalentes al 86% de la población), significa que los celulares tienen mayor penetración que cualquier producto financiero.
De ahí que los bancos han visto la telefonía celular como una oportunidad para llegar a más clientes. En los últimos dos años han promovido el uso de aplicaciones bancarias desde teléfonos inteligentes (smartphones) que permiten, a quien tenga uno, realizar operaciones desde cualquier ubicación mientras cuente con señal y acceso a internet, a esto se le conoce como banca móvil. Recientemente Inbursa y Banamex, en asociación con Telcel, lanzaron la plataforma Transfer desde la cual se pueden hacer transferencias a través del envío de mensajes SMS, desde cualquier celular sin importar su tecnología.
En Estados Unidos a la hora de elegir una institución financiera, la mayoría de las personas de menos de 35 años, considera si la entidad ofrece aplicaciones para depósitos de cheques digitales, mientras que en Asia algunos bancos permiten al cliente buscar una casa a través de una aplicación conectada con inmobiliarias, que también ofrece ayuda para obtener una hipoteca. En Noruega no tienen personas físicas trabajando como cajeras en la mitad de sus sucursales. En Chile hay bancos que convocan a startups (compañías emergentes) para construir la banca del futuro y realizar una alianza comercial donde se van probando ideas al principio muy simples y luego se va incorporando mayor complejidad a partir del éxito de las primeras. En América Latina se prevé que en los próximos 5 años los usuarios no requerirán más las sucursales.
A pesar de los avances que se han dado en esta materia, ejecutivos de distintas firmas electrónicas como Gemalto consideran que la banca por celular está iniciando, por lo que su uso generalizado podría tardar entre 10 y 15 años. Asociado a esto, está la idea de muchos usuarios de que usar estos medios para realizar sus operaciones bancarias no es tan seguro. Sin embargo, las instituciones financieras han implementado esquemas con controles de seguridad para disminuir los riesgos posibles, además este tipo de cuentas ―que llamamos de baja transaccionalidad― tienen un tope máximo en los montos por transacción, lo que minimiza aún más el riesgo de pérdida. Los usuarios de la banca móvil deben implementar sus propias medidas de seguridad como no compartir sus contraseñas, esto de la misma forma que al disponer de efectivo en un cajero automático o pagar en algún establecimiento con tarjeta.
La televisión es otro aparato con el que la mayoría cuenta, 94.7% de los hogares mexicanos tienen una***. Scotiabank ha volteado a verla como un medio para alcanzar a más sectores de la población. Recientemente junto con Samsung lanzó en Perú un nuevo servicio de banca por televisión, llamado TV Banking, desde el televisor puedes consultar saldos, realizar transferencias electrónicas, pagar tu tarjeta de crédito y otros servicios. No sabemos cuándo, pero seguramente no tardará en llegar a México.
*El Heraldo “¿Cómo serán los bancos del futuro?
**Tercer reporte de inclusión financiera, CNBV 2011.
***Estadísticas sobre disponibilidad y uso de tecnología de información y comunicaciones en los hogares, INEGI.